SOBRE NOSOTROS

Dos chicas. Una nave desaparecida. Una promesa que cumplir.

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Una nave desaparecida. Una promesa que cumplir.

Somos YUE y ZHOU, de Yangzhou, China, una ciudad con más de 2000 años de arte de laca de Yangzhou, construida sobre 7000 años de cultura de laca china.

Nuestras abuelas trabajaban en la Fábrica de Artesanía Tradicional de Yangzhou. Moldeaban flores de terciopelo, tallaban jade y aplicaban capas de laca con una paciencia que de niños no entendíamos. Crecimos con el olor a laca cruda en la ropa, viendo sus manos moverse con una lentitud inimaginable.

Luego crecimos y nos fuimos.

YUE se dedicó al marketing digital. ZHOU se hizo diseñador. Buscamos carreras que nos pareciera modernas, ágiles y relevantes. Yangzhou, con sus pequeños talleres y ritmos tranquilos, quedó relegada a un segundo plano.

Un viaje al extranjero que nos trajo de vuelta a casa

Hace unos años, viajamos juntos a Japón. En Kioto y Wajima, visitamos talleres de laca. Vimos cómo se veneraba este oficio: se enseñaba en las escuelas, se exhibía en museos y era apreciado por las generaciones más jóvenes.

La laca japonesa se había convertido en un símbolo mundial del gusto refinado. Y pensamos:

La laca de Yangzhou es más antigua. Más brillante. Más audaz. Igual de hermosa. ¿Por qué nadie fuera de China la conoce?

Al regresar a casa, la abuela de YUE nos llevó a la antigua fábrica donde trabajó. Una de las fábricas de lacado más grandes de China, ahora casi en silencio. Los largos pasillos que antes resonaban con cientos de artesanos estaban casi vacíos. Cada año había menos jóvenes artesanos.

Nos guió por las habitaciones y dijo algo que nunca olvidamos:

Una pieza en condiciones necesita al menos 30 capas. Cada capa debe secarse durante tres días. No hay que apresurarse. Pero ahora... ¿quién tiene paciencia para esperar?

Esa pregunta quedó con nosotros.

¿Por qué empezamos esto?

No somos maestros artesanos.
Somos dos nietas que crecimos al margen de la tradición y casi la dejamos escapar.
Pero creemos que algunas cosas no deberían desaparecer: ni en los museos ni en los libros de historia, sino en la vida cotidiana.
Así que regresamos a Yangzhou.
Ahora trabajamos con los artesanos que se formaron junto a nuestras abuelas, aprendiendo poco a poco lo que ellas una vez dominaron:
esperar, superponer, pulir, hacer cosas que brillen.

Nuestros valores

Acerca de Yangzhou Lacquerware

No tranquilo. No reservado.

Brilla. La laca de Yangzhou es diferente de la laca japonesa: la laca japonesa susurra. La laca de Yangzhou brilla. Es más brillante, más audaz, más expresiva. Con capas de nácar, pan de oro, detalles tallados y siglos de artesanía imperial, tiene una estética claramente china.

Sobre Ronghua

Flores de terciopelo de la corte real: un arte delicado transmitido de generación en generación.
Las flores de terciopelo Ronghua que hacían nuestras abuelas alguna vez fueron usadas por emperatrices y mujeres nobles. Suaves, elegantes e increíblemente detallados, cada pétalo fue moldeado a mano. Hoy, reinventamos Ronghua en joyas y piezas para el hogar que combinan la belleza tradicional con la vida moderna.

Acerca de nuestro estudio

Llevando la artesanía china al mundo Hemos fundado un pequeño estudio independiente en Yangzhou, un lugar donde la savia de laca, los hilos de seda y las manos pacientes se encuentran.
Nuestro objetivo es simple: llevar la artesanía tradicional china —la laca de Yangzhou y Ronghua— al mundo. Cada pieza que creamos lleva la huella de auténticos artesanos, el recuerdo de las manos de nuestras abuelas y la esperanza de que estas artesanías perduren. Gracias por formar parte de esto.